Mucho se ha dicho acerca de consumir o no leche de vaca y sus derivados.
Históricamente como humanidad hemos consumido leche de vaca y de cabra. Y la consideramos un alimento primordial en la alimentación diaria tanto de niños como adultos.
Ni que decir que asociamos la ingesta de leche con crecimiento, calcio y buena alimentación. De una u otra manera la leche tiene hoy innumerables presentaciones: leche entera, semidescremada, deslactosada, totalmente descremada, leche evaporada. Difícilmente podemos pensar en una comida que no contenga algún tipo de leche o derivado dela misma.
Polémica
Sin embargo, hay científicos que aseguran que la leche y sus derivados son dañinos a la salud. Inclusive se hace el símil acerca de que ninguna especie toma la leche de otra especie. “Los elefantes solo toman la leche de la elefanta” sin embargo, la especie humana toma muchos tipos de leche. Somos además omnívoros. La gran mayoría del grupo que está en contra de la ingesta de leche, argumenta que ningún mamífero requiere de leche una vez que pasa su periodo de lactancia materna.
La realidad es que no existe una prueba científica válida que indique el efecto negativo de la leche en los seres humanos. Se realizó un estudio por The British Medical Journal, en donde había dos grupos piloto en Suecia: 61,433 mujeres entre 39 -74 años. 45,339 hombres en edades similares a las mujeres. Divididos en grupos que toman menos de 1 vaso diario, personas que toman entre 1 –2 vasos diarios, y personas que toman entre 2 –3 vasos diarios. El estudio duró 20 años, de los cuales por supuesto hubo muertos y en base a la mortandad de estos grupos se dieron cuenta de que:
Entre las mujeres la tasa de mortalidad fue mayor que en los hombres.
Entre más vasos de leche tuvieron al día, el porcentaje de muerte fue mayor pero en los hombres, no así las mujeres.
Sin embargo, los resultados no fueron concluyentes, ya que estos grupos tuvieron otro tipo de alimentación además de los vasos de leche ingeridos. Además que el grupo tomado en cuenta era muy concreto,de solo suecos. La adaptación a la leche varía de región a región.
Adaptación
Hace 7500 años los humanos generamos la adaptación a la leche. Generando la enzima de la lactasa (proteína), que se produce en el intestino delgado proceso que ocurre durante la niñez. La lactasa desdobla la lactosa, para convertirla en glucosa y el cuerpo humano la pueda digerir. El argumento en contra de esta adaptación es que la leche que se consumía hace muchos años, no es la misma que consumimos hoy día. La calidad y la tecnología que es necesaria para producir la cantidad de leche que se necesita para consumo mundial hace que existan tantos contras en la ingesta de leche.
Existe otro elemento más que es la CASEINA que es la proteína de la leche. Esta proteína la necesitan los becerros en grandes cantidades para que sus huesos sean más grandes y se desarrollen mejor. Este exceso de caseína produce en el ser humano flemas o moco que produce en el ser humano catarros, alergias, trastornos de tiroides y obesidad. En algunos casos también se asocia a cálculos renales y biliares.
Beneficios de la Leche
La riqueza de las propiedades de la leche es vasta. La leche, al contrario que otras bebidas derivadas de vegetales, presenta una variedad nutricional muy rica porque contiene calcio,fósforo, magnesio, zinc, yodo, selenio y vitaminas A, D y del complejo B; presenta una cantidad muy alta de vitamina B12.
Entendemos que existen evidencias de que, en algunas personas que presentan síntomas de problemas de salud que no acaban de identificarse las causas plenamente muy frecuentemente el eliminar la ingesta de lácteos ha sido de gran mejora en general de su bienestar físico.
Te sugerimos que intentes aislar la ingesta de leche o tipos de leche que consumas para ver si efectivamente, en tu caso, el eliminar la leche de tu alimentación diaria te hace sentir mejor.