¡¡Hacer dieta y bajar de peso!! Es parte del ritual de cada día 31 de diciembre, cómo propósito de inicio de año. Propósito que iniciamos con mucho entusiasmo pero que a las 2 semanas de sentirnos miserables y de muy mal humor acabamos por romper el “propósito” con la esperanza de perder esos kilos de más, gracias a algún método maravilloso sin sacrificio y con resultados inmediatos.
¡¡ALTO!! ESO NO VA A SUCEDER.
Primero que nada: Dieta es la forma de alimentarnos. «Conjunto de sustancias alimenticias que un ser vivo toma habitualmente»
Es un hábito, una forma de vivir. Sin embargo, una concepción extendida en nuestra época es aquel régimen alimenticio que utilizamos con el propósito de “Bajar de peso”.
Lo que es verdaderamente importante es ver la realidad del propósito con el que vamos a iniciar la decisión de bajar de peso. Porque una cosa es tener un plan con la cantidad y tipo de comida que vas a ingerir y otra muy diferente, seguir el plan y permanecer en él por mucho tiempo.
También hay que tomar en cuenta que muchos alimentos han sido satanizados: por ejemplo las grasas hace 15 años comer grasa era lo mismo que cometer un pecado capital.
Hoy sucede con los carbohidratos. Ni pensar en comer panes, pastas, cereales.
Cada alimento tiene una función en el cuerpo, las grasas son necesarias porque lubrican el cuerpo. ¡Si, también lubrica el intestino! Los carbohidratos te dan energía. El ideal de comida incluye el 60% de carbohidratos en sus diferentes formas. ¡Necesitas agua! No necesitas convertirte en una cisterna móvil, pero si necesitas tomar al menos 4 vasos diarios de agua. NO DIJE CAFÉ O TÉ…
Lo que sucede cuando realizas “dietas” de moda o no guiadas bajo la supervisión de un profesional de la alimentación es que sólo logras desbalancear el cuerpo y perder agua.
Recuerda que el cuerpo es más listo de lo que imaginas. Si no comes adecuadamente o lo suficiente, el cuerpo entenderá que está en estado de emergencia, NO querrá gastar nada de estos nutrientes y va a almacenar todos los azucares en forma de grasa. Justo lo opuesto de tu objetivo.
No trates de bajar el peso que has adquirido durante meses o años en un mes. Solo lograras entrar en estado de ansiedad y resultados pobres. Y peor … volverás al punto de origen.
Empieza por elegir un objetivo de peso deseado. Acércate a un profesional que te ayude a elegir un cuadro completo de alimentación y de porciones.
Investiga las características de cada tipo de régimen alimenticio. Cuáles son las dietas a base de proteínas. Las bajas en carbohidratos. Es decir, que te puede funcionar mejor a corto, mediano y a largo plazo.
Toma en cuenta que tipo de persona eres, cuáles son tus actividades sociales, de trabajo y que tiempo le debes dedicar a hacer ejercicio. El combo perfecto: alimentación + ejercicio
Entiende que bajar de peso es un proceso que lleva tiempo, re-educación de la mente y de tu cuerpo. ¡Roma no se hizo en un día!