¿Sabes de dónde viene el agua que llega a tu casa? Si vives en una ciudad lo más probable es que no provenga de un pozo, sino de una planta de tratamiento de aguas residuales. La creciente contaminación y la disminución de este valioso recurso han hecho necesario encontrar una forma de reutilizar el agua contaminada.
¿Qué es el agua tratada?
Es agua residual que ha sido sometida a un proceso para limpiarla volviéndola apta para ser reutilizada. Antes del tratamiento el agua residual contiene sustancias fecales, orina, químicos tóxicos, basura, etc. por lo que para lograr un nivel óptimo de sanidad es necesario someterla un riguroso proceso.
¿Cómo es el proceso para limpiarla?
Existen diferentes tipos de procesos para purificar el agua residual, pero todos comparten los siguientes pasos.
- Primero se separan los residuos sólidos que el agua contiene como basura o materia orgánica a través de un filtro.
- Después se desazolva el gua para retirar arenas y tierra que pueda contener.
- A continuación, el agua se deja en un reactor biológico que contiene millones de microorganismos que se encargan de comer metales pesados, residuos de detergentes, agentes químicos, etc.
- Finalmente pasa a una etapa de desinfección donde al agua se le aplica cloro y otros químicos como hidracina y fosfato.
¿Qué usos tiene?
Aunque ha pasado por un proceso de potabilización no se recomienda su uso para consumo humano, debido al cloro y químicos que contiene.
Sus usos recomendados son:
- Riego: Para plantíos agrícolas o en jardines caseros.
- Limpieza: Como el aseo de la casa que implica trapear, lavado de autos, ropa y trastes.
- Aseo personal: Para bañarse o enjuagarse la boca.